domingo, 28 de marzo de 2010

La batalla Final I

(continuacion de LA LUCHA CONTRA CARAGON V).

I.- el camino oscuro.

La pelea dentro del templo de Yacri, ha cambiado la forma de ver al grupo Miwen con respecto a Janis.
Anakoli piensa, “lo veo como un niño, pero al enfrentar a Caragón nos ha demostrado que el niño terrestre le ha dado paso al guerrero payaso”.

Janis saca de su pecho el medallón de Kochab, lo apunta hacia delante y mágicamente el camino se ilumina con una luz fantasmal. El grupo reacciona y empieza a caminar.

-esta es una de las zonas más inexploradas del planeta – comenta campanero – así que tengan cuidado.
Cuando avanzan llegan a un gigantesco acantilado, el grupo para en seco.

-sino hubiésemos llevado este amuleto, ahora estaríamos al fondo de este barranco -dice Janis tragando saliva.

De pronto Anakoli llama la atención de todos.
- muchachos, estamos contra el tiempo, dentro de poco se cumplirá la tercera tría y por muy poco tiempo nuestro poder se ampliará, seremos más fuertes y más rápidos, aprovechen esa oportunidad.
Todos asienten.

Empiezan a bordear el acantilado buscando una forma de pasar, de pronto lo encuentran, ven un puente colgante, muy parecido a Rig, que cuelga pesadamente entre las dos riberas. A diferencia de Rig, este puente tiene un arco sobre la puerta y una sola cabeza. La cabeza abre los ojos, dos pequeños y apretados círculos rojos, estos se mueven de uno en uno, la puerta debajo de la cabeza está cerrada con zarzas espinosas.
Mientras se acercan Campanero comenta en voz baja.
-Sujka, el segundo puente elemental, no creí nunca vivir para verlo.

El grupo se detiene frente a Sujka.
Shuark levanta la mano y dice
-Somos los asesinos del celador del castillo, ganamos nuestro derecho a pasar - la cabeza asiente y libera la puerta de las zarzas, el rechinante sonido les advierte a todos que pueden pasar.
Todos entran al puente, y ninguno puede dejar de sentir escalofríos cuando avanzan por encima de la madera podrida.

En medio del puente el viento se vuelve demasiado fuerte y todos se sujetan de los cordeles. Janis no puede mantenerse pero el brazo fuerte de Anakoli lo ayuda. Penosamente llegan hasta le otro lado, y se encuentran con un extraño ser.

-Payasos, lord Dududam les da la bienvenida al palacio Damera – les dice con una gran venia.
-Damera? - pregunta Janis mirando al grupo.
-Desolación – responde Shuark – es jokerlandez antiguo.
-¿cual es tu nombre? - le pregunta el Niño de fuego.
El extraño sonríe, el hedor de su aliento provoca el rechazo inmediato en los miwianos.
Sus brazos extremadamente largos caen hasta el suelo, y la ropa chillona que tiene está manchada con lodo y sangre. Su cara blanca como el papel tiene una estrella pintada de color rojo en cada lugar donde debería haber un ojo, y su boca tiene los labios partidos, como si fuesen cortes imperfectos de unas tijeras.
-mi nombre es Bultami – dice – creador de los trekas.
-pensé que los trekas estaban prohibidos – dice Shuark.
-no por supuesto que no – aclara Bultami – de hecho lord Dududam los tiene por cientos.
-seres sin cerebro hechos de la magia más negra – dice Anakoli frunciendo el ceño.
-sin cerebro sí, pero muy fuertes – y luego sonriendo – ¿sabes Cuál es su entretenimiento favorito? Coger la esfera donde Dududam ha tenido encerrada el alma de tu padre por trece años y golpearla durante horas. Jajajajajaja.
Janis lo mira con ira. Anakoli le pone la mano en el hombro, y saca la espada, diciendo.
-escúchame bien perro, después que caiga tu amo, no habrá lugar en este mundo que te proteja de mi.

Bultami traga saliva y dice, un tanto nervioso – bueno, yo solo debía recibirlos, por aquí.
Al avanzar el grupo el suelo se vuelve fangoso en un segundo y todos son succionados por él, todos, excepto Janis que tarda en percatarse que ha quedado solo.
-que les hiciste?!! - le grita.
-vamos lord Dududam quiere verte – y se gira y empieza a avanzar hacia la negrura del castillo.
Bultami se detiene al sentir la energía repentina de Janis.
-tus guardias han sido apartados solamente – le dice – si son lo suficientemente buenos sobrevivirán, ahora ahorra fuerzas, te harán falta si es que quieres al menos ver a tu padre.
Janis baja las manos y lo sigue bastante furioso.